PALABRAS MUERTAS
Cuando tenia 16 años aproximadamente, leí por primera vez Fahrenheit 451, y me impactó muchísimo como la memoria está en riesgo sin papel de por medio.
¡Qué frágil puede ser la memoria y perderse tan fácil si un registro!
Lo impactante dio como resultado la siguiente historia que evité corregir, respetando mi escrito original del 2008:
PALABRAS MUERTAS
Yo vivo en un mundo tan raro, la tecnología de punta ha invadido cada rincón y los medios de comunicación son manipulados por los gobiernos.
Mis padres pasan demasiado tiempo en sus trabajos, y cuando regresan estan tan cansados que no tienen ganas de pasarla en familia, cada uno tiene su propio
mundo, y se dedican por completo a cosas sin sentido.
Mis hermanos han crecido con una infancia muy diferente a la mía, cuando era niña, mi padre llegaba temprano del trabajo, mientras mi madre preparaba la cena,
mi padre tomaba el balón de futbol y jugaba conmigo, yo siempre le ganaba, (o ¿el me dejaba ganar?), y antes de dormir, jalaba un libro algo maltratado y desgastado
por no decir viejo, con hojas amarillentas y ... ese olor que no logro descifrar, (a viejo, usado ?) y con una tortuga enorme que en su lomo cargaba a un hombre,
creo que recuerdo el nombre, era "cuentos del desierto", no, no era así.
Era "cuentos del bosque", rectifico se llamaba "cuentos de la selva" de un tal Ernesto u Horacio Quiroga.
Sea como sea, era un libro de cuentos que añoro mucho en estos tiempos.
Mi abuelo siempre cuenta historias que nadie escucha, mis hermanos lo tiran a un viejo loco y mis padres estan muy ocupados, solo yo, la que mejor escucha dice el,
como Maroliña de "Los caminos de la luna..."
Mis hermanos han crecido con tecnología: internet, televisión, ipods y videojuegos, nunca han jugado en el patio de la casa que se siente triste y abandonado, se han limitado a jugar futbol en videojuegos.
Noche a noche escucho, (es inevitable) como el teclado de las computadoras de mis hermanos no deja de usarse, tambien como mi padre grita en la sala "dale, estuvo bien se lo merecía" al ver las luchas (o el futbol) y mi madre llora mil lagrimas por una novela cursi, que ni siquiera tiene sentido ver, por que es igual a la anterior y a la que le seguirá.
Mi padre se ha empeñado en que no debe faltar la televisión, ha puesto una en cada habitación del hogar, y se ha propuesto poner una en el baño, para no perderse
de nada de sus noticieros y programas favoritos.
Los libros no existen.. ya no mas, la gente dejo de interesarse por ellos hace mucho tiempo, las casas editoras quebraron, las bibliotecas cerraron por falta de visitas y los escritores murieron de tristeza por que sus historias no fueron escuchadas...
Yo, me limito a escuchar, escuchO la música alta, los videojuegos las computadoras y televisiones, el mismo dialogo barato de telenovela, los mismos finales, las muertes
la guerra el hambre las victimas y en el fondo la voz de mi abuelo... que nunca se apaga, que repite las mismas historias viejas.
La niña con caperuza que teme del lobo, del príncipe que viaja de planeta en planeta por un borrego o de ese conde que juro vengarse de quienes lo traicionaron,
o esa pequeña niña que al leer en voz alta, conoce a los personajes de sus historias favoritas, o de esa niña pequeña que escuchaba los desvaríos de su abuelo,
Maroliña.
Estoy despierta, mi abuelo murió hace 2 años, pero aun me visita todas las noches, recordando sus historias, contándomelas palabra a palabra, con cada punto,
cada coma, cada signo y acento, cada emoción del autor, como si el mismo las hubiera escrito, entonces yo las transcribo, aquí en mi memoria, en mi corazón,
en mi alma, en mi laptop cuando ya el ruido de todo mi mundo no me deja dormir, mi conciencia me dice que no duerma, escribo con una emoción con una obsesión,
aunque estas historias ya no fueron publicadas, ni lo serán, el mundo merece conocerlas, cada noche lucho con cada historia que me dice "yo, yo elígeme a mi, yo soy buena, hablo de héroes y princesas""yo yo hablo de la vida", "yo, yo digo palabras hermosas de amor" ...
y me confundo y elijo al azar, y miles de historias se sienten tristes, sus palabras seguirán muertas por un tiempo mas, pero la historia elegida queda contenta,
la revivo con todo lo que puedo hacer por ella, y sonrío por un momento, pero descubro que hay aun mas y me preocupa, si tan solo hubiera quien me ayudara a
transcribir todas esas historias, seria mas rápido, y no seguirían muertas, pero creo que es un sueño...
Y recordé esta historia en estos días porque releí a inicios del año Fahrenheit 451 para un club de lectura. Bradbury acertó en muchas cosas, lo único que no imaginó es que necesitaríamos pantallas mas pequeñas (e individuales) para entretenernos. Por lo demás, una completa generación esta mas conectada al mundo, pero menos conectados con las personas mas cercanas.


Comentarios
Publicar un comentario