Lineas Negras
Siempre me vi como la "tía" consentidora, divertida y buena onda con mis sobrinas. Siempre en mi papel de jugar con ellas, de reírme a carcajadas y sentirme mas joven por entrar en su dinámica de juegos inventados, coreografías improvisadas, ser cómplice de sus travesuras y regalar dulces a escondidas. Creo que lo he hecho muy bien a lo largo de mi vida y es de las mejores cosas que he disfrutado: crecer con ellas.
Si bien tengo un "mujererio" a mi alrededor desde siempre, porque somos mas mujeres en mi familia materna, nunca sentí ese deseo que muchas dicen tener, nunca me plantee ser mamá como un sueño desde niña. Ser "tía Erika" me bastó todo este tiempo, y me llenó de amor de una manera que a veces no se puede describir. La emoción de esos ojitos que corrían a mis brazos, que me aprisionaban por minutos donde todo lo demás sobraba. Cuando sus sonrisas se transformaban en ataques de risa incontrolable y yo me sentía lo máximo de este mundo. Una superheroína en este plano terrenal que al acordarse de esos momentos podía con cualquier problema. Y entonces crecimos, ellas mas que yo, Mi sobrina M de 5 años ya no dice mal la palabra "sorpresa" pero nosotros seguimos diciéndola como ella la mal pronunciaba antes :"chopecha", porque eso se quedo con nosotros. Pero el tiempo pasa.
Posiblemente si quería ser madre, pero no era (aun siento) es mi momento, leo a amigas que comparten en redes sociales una "maternidad real" , recomiendo ampliamente la columna de Alejandra Orozco y su columna en el periódico 7Chiapas, "LA AVENTURA DE SER MAMA" y aunque empatizo con ellas, me aterra pensar que de convertirme en mamá no sabre que hacer con un ser vivo que depende completamente de mi para vivir.
Ese dilema está conmigo desde hace mas o menos un año, hasta que esta semana "Linea Nigra" de Jazmina Barrera se atravesó en mis lecturas y creo que fue la respuesta que estaba esperando a mis miedos, dudas e inseguridades sobre la maternidad.
¿DE QUE VA LINEA NIGRA?
Entre diario personal y ensayo, Jazmina escribe lo extraña que se siente en su propio cuerpo, los cambios, incomodidades y también lo hermoso de su proceso de embarazo, enlazando con frases de novelas y autoras, pinturas, mitología, esoterismo, creencias populares e incluso historias familiares sobre la maternidad.
"Nunca se me había ocurrido pensar en el parto como el momento de una partida: cuando alguien parte de ti. El momento de una partida y el momento de una partición. El momento de partirse en dos" Jazmina Barrera.
Durante su embarazo, se empieza a interesar en literatura que hable de la maternidad, llega a conclusiones interesantes sobre como ese proceso nos convierte en algo mas sensibles y creativas. Y toma una decisión: no dejará de escribir aunque sabe no será fácil. Con bebé en casa, solo lee mientras amamanta, a veces en el teléfono, otras elige libros ligeros, pero no renuncia a realizar las cosas que ama hacer desde siempre. Empieza a ver las cosas hermosas de la maternidad como la sonrisa de su hijo mientras ella le habla, la mirada de asombro ante cosas que decide volverá a "descubrir" con él. Y ahí parece redimir que "todo vale la pena" para que ese niño sea feliz la mayoría del tiempo.
Jazmina tiene una manera de hilar estos fragmentos de su vida y la literatura de una forma completamente hermosa y poética, una maternidad deseada, elegida y acompañada.
CONCLUSIONES
Descubrí que los miedos son normales, que todas las mujeres en algún momento sintieron que no iban a poder con la responsabilidad, pero al describir como su hijo llegó a este mundo, y re descubrir el mundo con su bebé fue una manera hermosa evocar el milagro de la vida. Por la manera poética en que esta escrito, las historias extra que nos va hilando junto a una experiencia real, para mi es un
⭐⭐⭐⭐⭐
De mis mejores lecturas del año.
No se a ciencia cierta cuando ni por qué, pero afirme mi deseo de algún día ser madre. Aun con lo humana que soy. Fue, en lo personal una lectura muy movilizante a nivel emocional, lloré mas de lo que esperaba pero también aprendí y eso solo lo pueden lograr pocos escritores.
Ser tía me entrenó para dar biberones y hacer dormir niñas, aún falta aprender mil cosas mas...

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