365 días para ser

"El amor es nuestro verdadero destino. No encontramos el sentido de la vida por nosotros solos. Lo encontramos con otro"

Tomas Merton 

La semana pasada, celebrabamos el amor y la amistad porque 14 de febrero.

El amor estaba en el aire, desde mi trabajo observé adolescentes con sus ramos de flores variadas, chocolates y regalos. Grupitos de chicas que iban a comer juntas para celebrar la amistad. Parejitas tomadas de la mano en la calle... La juventud en su esplendor.

Secundaria y bachillerato fue una época para mí donde llegué a envidiar a las compañeras a quienes se les declaraban salían con ramos de flores y Miles de regalos. Nunca fui la chica a quien se le declararan sus compañeros, tampoco la mas popular, pero si la más afortunada porque mi grupito de amigas siempre me hizo sentir segura, amada y feliz. Y era con ellas que durante el día en la escuela compartía este día dedicado a nuestra amistad, hacíamos intercambio de regalo, dulces y pasábamos tardes increíbles viendo películas en casa de alguna de nosotras. La única del grupo que siempre tenía novio desaparecía ese día (como termino desapareciendo del mapa de nuestras vidas años después). 

Fue hasta mi último año de preparatoria, dónde ya estaba de novia con mi actual esposo que sentí algo cambió, aunque no podemos recordar cómo celebramos ese día (creo que salimos en grupo como siempre lo hacíamos) fue la primera vez que pase un 14 de febrero con novio.

Casi 15 años después, y casados. Este día es un recordatorio más de porque es importante tener citas para nosotros y los mil  motivos por los que decidimos casarnos. Mi esposo me invitó a cenar a un lugar que se ha convertido en "nuestro lugar especial" para las fechas en que celebramos algo. Intentamos ponernos guapos y caminamos juntos, tomados de la mano.

Ese miércoles íbamos camino al restaurante cuando de la nada, de un edificio salió una chica (le calculamos entre 17 y 18 años) con el rostro lloroso y enojada. Y un paso a tras un chico más o menos de la edad que de inmediato se puso de rodillas y a pedirle mil disculpas con diferentes frases. La chica intento caminar y el chico la tomó de la mano (se pudo malinterpretar como violento) para evitar que ella se fuera. 

Mi esposo y yo nos quedamos unos pasos atrás entre observando la escena y querer escuchar el chisme. Mientras esto sucedía, una señora bastante mayor se acercó bastante a la pareja, en nuestra interpretación, si el chico le hacía algo, ella lo iba a golpear con la bolsa que llevaba en mano. Cómo pudimos rebasamos a la pareja para seguir nuestro camino y al final dió pie a qué durante nuestra cena, entre risas, inventaramos mil historias sobre que había pasado realmente. 

Yo supuse infidelidad o que se le había olvidado comprar el regalo. Pero también supusimos que a esa edad TODO IMPORTA MUCHO, sobre todo porque vivimos de la imagen que damos a los demás. Discutir y terminar un 14 de febrero no se ve nada bien.  Y al mismo tiempo el drama nunca falta.

"¿Por qué motivo de algo que yo hiciera o no hiciera, haría que tú te pongas de esa forma y tan molesta?"- Me preguntó mi esposo.

Reflexione unos segundos, lo más grave e imperdonable sería por infidelidad. Pero en el día a día existen razones para odiarlo por momentos, como que se le olvide hacer algo importante para la casa, pero nunca me enojaría (otra vez como a mis 17) a ese nivel. 

Observar a una pareja joven dió pie a la reflexión para nosotros, y nuestra relación. Empezamos hace tanto, y así como hemos crecido, también  ha cambiado nuestra idea sobre el amor. Atrás quedó la adolescente que envidiaba en silencio a sus compañeras y amigas que recibían flores y regalos un 14 de febrero, hoy se que mi "amor romántico ideal" es lo que tengo. Mi esposo no me obsequió flores, pero me invitó a cenar, me regaló algo que yo necesitaba y quería. Le preparé sus galletas favoritas y le conseguí el libro que tanto buscaba.

Fuimos a cenar y pasamos una tarde/noche juntos riéndonos y conversando. Y así celebramos el 14 de febrero, aunque para nosotros solo sea un pretexto para salir juntos y pasar tiempo de calidad.  Hoy se que lo que tenemos es único, porque si bien cada pareja tiene una dinámica diferente, también van creando con el tiempo un idioma que solo dos pueden entender. 

Los chistes, las bromas a partir de anécdotas que crearon juntos, comidas, recetas, regalos, detalles, frases, series favoritas, personajes, libros, música, juegos, costumbres, aniversarios, formas de celebrar un cumpleaños, formas de vivir un duelo juntos, maneras de disfrutar la vida pero sobretodo maneras de ver la vida y la decisión de vivir tomados de la mano.  Incluso cuando se tengan desacuerdos. 

14 de febrero Es un día para reflexionar sobre el amor que está ahí, a veces invisible en las llamadas o salidas con amigos o la familia cercana y en nosotros: nuestra inmensa capacidad de amar a otros y a nosotros mismos. Enlistar a los amigos que siempre están, a los que fueron parte de nuestra vida pero ya no están, aunque dejaron huella en nosotros...

Aunque muchos piensen es una celebración pensada por la mercadotecnia para reactivar la economía basada en el cliché del amor (a veces tóxico e infiel) y de la hipocresía tomemos lo mejor que existe para volverlo importante.  

Recordar al amigo que se fue, decir a las personas cuánto las amamos. Decirnos cuánto nos amamos🌱 recordar que el amor siempre está ahí. 

"Lo que con amor se hace, está bien hecho" frase de mi mamá